martes, 11 de marzo de 2008

No hay mejor forma de vivir que rompiendo la cotidianidad






No hay mejor forma de vivir que rompiendo la cotidianidad, los viajes son la mejor forma para lograr esto, siempre traen consigo una sensación de inestabilidad, es difícil visualizar lo que nunca has visto, el factor sorpresa te mantiene con los ojos bien abiertos hacia fuera, la zona de confort desaparece.

Hoy es uno de esos días en que no sabes si fueron buenos o malos, mi juicio se perdió entre las palomas de la Plaza de Bolívar, me vino un ataque de desesperación por la búsqueda de la foto perfecta que pudiera salvarme de la responsabilidad de mantener los ojos bien abiertos para que nada se escape, mi deber me movió varias cuadras alrededor del centro, encontré edificios altísimos y deslavados mezclados entre departamentos habitacionales y oficinas, es claro poder distinguirlos unos de otros, la ropa colgando por las ventanas delata el servicio del edificio. Es raro pero aún no he visto una casa, al parecer la mayoría de los caraqueños viven en las alturas, algunas paredes están decoradas de propaganda política, a favor del presidente Chávez, y sobre la figura bolivariana, me hacen sentir un ambiente estudiantil revolucionario, volteo a mi alrededor buscando los provocadores de esta sensación, observo que la gente que transita en las calles es muy jovial pero ¿cómo distinguir quién está a favor de qué?, ¿de qué color son los socialistas?, ¿dónde está el rojo? Mientras intento sacar una foto de un graffiti claramente socialista escucho a una mujer decirme “no todo es socialismo” cuando voltee ya no había nadie, me sentí confundida, sé que las cosas tienen más de una tonalidad y es lo que intento reflejar en mis fotos pero me cuesta trabajo ver esto. El afán de conseguir la foto muchas veces no me deja percibir el fluir del entorno. Me relajé y caminé queriendo vivir un jueves por la tarde en las calles de Caracas. Otra vez estaba a punto de sacar una foto cuando escuche “¿ya sacaste la iglesia?”. Era un hombre de aproximadamente 40 años, esta vez no desapareció, ¿su nombre? Rafael Cárdenas, nacido en Colombia pero ya llevaba más de 25 años en Venezuela, trabaja para el gobierno venezolano en el sector agrario, escuché a Rafael hablar sobre el socialismo y la revolución bolivariana, me hizo reflexionar sobre lo que había percibido en las calles, exaltación, contraste social. Me comentaba sobre la necesidad de plantearnos qué es el socialismo y si realmente Venezuela giraba hacia esta dirección. Teóricamente él afirmaba que no. Hay un bombardeo de opiniones que acarrea confusión pero no por esto se deja de sentir la carencia de calidad de vida y esta forma de percibir el entorno hará que la gente replantee qué es lo mejor, si dejarle todo el peso a un hombre o buscar una unión ciudadana para formar grupos políticos con ideas claras y útiles para la población y no para unos cuantos, será el capitalismo, será el socialismo, ¿Alguna de las dos realmente se ha consolidado en Venezuela? Vaya que falta tiempo para seguir contemplando la situación en Venezuela el panorama es amplio, difícil de recorrer en tan poco tiempo, pero al menos me llevo preguntas que causan movimiento. Rafael tuvo el buen detalle de regalarme un texto que él escribió sobre la revolución bolivariana, estoy repasándolo para después poder compartir algunos párrafos.

No hay comentarios: