jueves, 1 de mayo de 2008

La Reconstrucción de la Historia.

Santiago, Chile.

Chile, por sus condiciones geográficas, ha permanecido más aislado que otros países en Latinoamérica. Esto se refleja en su proceso histórico: los indígenas nunca se dejaron dominar por los españoles; se dice que la colonización de Chile duró 300 años, lo cual obligó a los peninsulares, que en su mayoría se concentraron en Santiago, a formar ejércitos para proteger sus territorios, acarreando un gran poder del ejército en la sociedad chilena que años después se reflejó en el golpe de estado realizado a principios de los años setentas.

Actualmente se aprecia un ambiente moderno en las calles de Santiago, desgraciadamente no permanecí en la capital mucho tiempo porque me traslade a una de las fronteras naturales de este país. Fui al Puerto de Valparaíso que se encuentra a dos horas de Santiago. Ahí pude descubrir un lugar que simplemente es extraordinario, la ex cárcel de Valparaíso, que desde la década de los noventa sirve como centro cultural. Actualmente está cerrada ya que será demolida, por su antigüedad no es un lugar seguro.

Mi encuentro con este lugar fue pura suerte, y agradezco las facilidades que la gente me brindó para poder conocerlo. Adentro pude descubrir un espacio lleno de arte y nostalgia, sus habitantes ya no están y solo quedan huellas. Un letrero describe su estado actual: “En un rincón del cerro abandonada, yaces como nave al puerto anclada. Tu tristeza te cubre amortajada sobre tu cielo azul crucificada, quedaste en el olvido destrozada sin tu gente, sin tus gatos ya sin nada, cuánta tristeza en ti cuántos fantasmas recorrerán tus pétreas jaulas. Como buscando el don de la palabra cuando les fue su libertad negada.”

En el 2010, el espacio que quede será utilizado para la construcción de un Distrito de Promoción Cultural, que cuenta con el presupuesto necesario para ofrecer un proyecto de carácter cultural que beneficiará al Puerto de Valparaíso.

En este lugar pude descubrir los modismos que se crean a partir de un aislamiento. Un personaje conocido por el nombre de “Papito” me mostró cómo darle una lectura a este espacio fusionado por dos circunstancias: la carencia de la libertad y la reconstrucción de ésta por medio del arte. Conoce este proceso a la perfección; su experiencia como ex reo y después como guía de la ex cárcel lo hizo familiarizarse con este restablecimiento. Cuando me iba, le pregunté si se sentía mal porque el lugar en el que permaneció 25 años de su vida iba a ser destruido. Su respuesta fue rápida y sin rodeos: “claro que no, no se vive sólo de recuerdos, las cosas se transforman y hay que recibir lo nuevo”.

Chile crece a partir de esta ideología, la reconstrucción de su historia.